Desde hace mucho tiempo la caricatura ha servido para graficar una opinión sobre la política o la religión dentro de la sociedad. Aquí se puede ver muchas veces como, personajes públicos son retratados de forma cómica acerca de un tema político en particular. Con el fin de bromear con tales situaciones que se viven en un país.
Pese a eso, desde sus inicios dichas imágenes caricaturizadas no estaban protagonizadas por sus mismos autores. Sino más bien, se utilizaban objetos y muchas veces animales para explicar algún tema. Recién en el renacimiento italiano se ve la caricatura tal cual es en la actualidad.
Uno de los hechos más importantes o relevantes sobre dichas caricaturas, fueron la que protagonizó Lucas Cranach quien atrevidamente realizó una caricatura con el “Cristo coronado de espinas” y “El papa coronado con oro”. Todo esto en la época de la reforma en la iglesia católica. Es así como dentro del mundo religioso, la caricatura toma poder sobre la propaganda acerca de la contra-reforma.
Recién en el siglo XIX dichas propagandas empiezan a generar un enfoque ligado a la política. Por ejemplo, en Francia con Charlie Hebdo, la caricatura tomó mayor firmeza ya que, éste retrato a las figuras políticas y también aquellas religiosas, con más importancia en todo el mundo.
De acuerdo a esto, la situación en Chile, en la actualidad, es algo similar. Muchas son las páginas web que tienen gran cantidad de visitas a causa del humor que le dan tanto a la política, como a los diversos casos sociales del país. Un ejemplo claro de esto, es el sitio web “Porlaputa” página popular dentro de jóvenes y adultos donde el humor es la tónica y los temas de contingencia son abarcados de una manera cómica ridiculizando a figuras políticas o simplemente famosas con la ayuda de memes, que son fotografías a las que ponen textos para explicar el sentido del mensaje que quieren entregar.
Y si de medios escritos se trata, The Clinic es el periódico más popular entre los chilenos, el cual aporta un grado de seriedad a los temas políticos pero sin dejar de lado, aquel humor un tanto pesado y muchas veces, en desacuerdo en los dichos por los políticos más influyentes del país.
Un claro ejemplo, es el ex Presidente de la Republica en Chile, Sebastián Piñera, quien más allá de ser duramente criticado por diversas razones, daba que hablar por los errores que cometía en sus discursos políticos al equivocarse en la pronunciación de palabras o los gestos que hacía cuando estaba algo nervioso.
franmarchant 